Finca para bodas en Ávila: El Legado de los Jerónimos
¿Has tomado la decisión de casarte? ¡Enhorabuena! Ahora llega uno de los momentos más emocionantes: elegir el lugar perfecto para dar el “sí, quiero”. Entre montañas, historia y naturaleza, Ávila se ha convertido en uno de los destinos más deseados para bodas con encanto.
En el corazón del valle de Bonilla de la Sierra, a tan solo 7 kilómetros de Piedrahíta, se alza un lugar donde la historia y la belleza natural se unen: El Legado de los Jerónimos, una finca del siglo XVI que conserva la esencia de los antiguos monjes jerónimos y la transforma en un espacio único para celebraciones inolvidables.
Un entorno con historia y naturaleza
El Legado de los Jerónimos se ubica sobre los antiguos terrenos de El Lavadero del Rosario, donde antaño se esquilaban y lavaban las lanas de las ovejas que recorrían la Cañada Real. Hoy, sus muros de piedra y madera, cuidadosamente restaurados, conservan el alma de su pasado, mientras ofrecen todas las comodidades actuales para vivir una boda mágica.
El entorno natural es, sin duda, uno de sus mayores atractivos. Las vistas hacia la Sierra de Gredos y las laderas de Peña crean un paisaje espectacular, ideal para ceremonias al aire libre, reportajes fotográficos y momentos llenos de emoción.
Espacios que combinan tradición y elegancia
La finca cuenta con dos amplios salones independientes, con capacidad para hasta 450 invitados, donde la piedra, la madera y la luz natural se combinan para crear un ambiente cálido y sofisticado.
Cada espacio está pensado para adaptarse a diferentes estilos de boda: desde celebraciones íntimas hasta grandes banquetes.
Y para quienes desean un toque más espiritual, la capilla del siglo XVI, completamente restaurada, ofrece el escenario ideal para ceremonias religiosas llenas de simbolismo y emoción. Su encanto histórico aporta una atmósfera única que envuelve cada momento.
Un paisaje que se convierte en decoración
El proyecto paisajístico que rodea la finca crea una continuidad natural entre el interior y el exterior. Los jardines, el río y las zonas verdes forman un entorno perfecto para disfrutar del cóctel, la sesión de fotos o simplemente para vivir la magia del entorno.
Cada rincón invita a detenerse, contemplar y dejarse llevar por la belleza del lugar.
Flexibilidad y personalización
En El Legado de los Jerónimos cada boda es única. Por eso, el espacio permite trabajar con distintos proveedores, caterings y decoradores, adaptándose siempre a los gustos y necesidades de cada pareja.
Desde la elección del menú hasta el diseño del evento, cada detalle se ajusta al estilo de los novios, garantizando una experiencia totalmente personalizada.
Además, la finca dispone de alojamiento incluido en su suite nupcial para los novios y hasta 18 invitados más, para que el final de la celebración sea tan especial como el inicio.
Accesibilidad y comodidad
El cuidado por el detalle también se refleja en la accesibilidad. Las instalaciones están preparadas para recibir a todos los invitados con total comodidad:
Acceso 100% adaptado para personas con movilidad reducida.
Parking privado.
Pavimentos adecuados para calzado de tacón.
Máxima privacidad y exclusividad durante el evento.
Todo pensado para que el único objetivo de los novios sea disfrutar de su gran día.
Un espacio para todas las celebraciones
Ya sea una boda civil, religiosa o renovación de votos, El Legado de los Jerónimos ofrece el entorno perfecto para celebrar el amor en cualquiera de sus formas.
El Juez de Paz de la comarca puede oficiar ceremonias civiles en la finca, y para quienes sueñan con un enlace tradicional, la capilla del siglo XVI crea un ambiente íntimo y solemne.
Además, el espacio acoge celebraciones de aniversarios, bodas de plata, oro o diamante, convirtiendo cada reencuentro en una fiesta de recuerdos y nuevas promesas.
Un legado que se vive y se recuerda
Cada boda celebrada en El Legado de los Jerónimos se convierte en parte de la historia del lugar. La unión entre historia, naturaleza y elegancia lo convierte en un escenario incomparable para comenzar una nueva etapa.
Porque más que una finca, es un legado de momentos, emociones y sueños cumplidos.